Prólogo
Le veo alejarse de mí. Su ancha espalda es lo único que puedo ver. No existe nada más a mi alrededor, solo él. Su presencia me absorbe.
Pero me duele, me duele tanto que no lo soporto. El dolor me ata, ahoga mis gritos, soy incapaz de llamarle, soy incapaz de ponerme en pie y seguirle.
Los párpados me empiezan a pesar. La oscuridad invade el mundo, poco a poco. Trato de mantener los ojos abiertos, trato de mirarle, pero el agotamiento poco a poco me hace caer.
-Volveré a por ti.
Son las últimas palabras que escucho.